por Fernando Diego Fontela

Director Cesyac CABA

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INTRODUCCION.

Ya lo venimos diciendo en varias ediciones de este año, y debemos reafirmarlo en este mes 6 de 2018, que tanto la economía, el consumo y los ingresos son y seguirán siendo el principal tema de la agenda nacional. La inseguridad, el narcotráfico, la violencia, permanecen y están muy presentes en la preocupación de la ciudadanía, pero los acontecimientos económicos del mes de mayo, han ratificado el perfil del debate y la cuestión coyuntural.

En ese contexto, como decía recién, mayo fue un mes marcado por las cuestiones macroeconómicas que a su vez, como no ocurrió en otras ocasiones en estos 2 últimos años, impactó sobremanera en los asuntos microeconómicos.

El aumento del dólar, la devaluación o corrida de este mes pasado fue muy similar en impacto a lo sucedido a fines de 2015 con la llegada al poder del actual gobierno. Devaluaciones del 50 o 25% a nivel macro surtieron un efecto en lo micro de manera inmediata, aunque hay que aclararlo, no en todos los rubros y temas inherentes a la economía doméstica.

Digo esto porque son varios los economistas y consultoras que indican que el verdadero impacto en los precios y la inflación de los movimientos macroeconómicos de mayo, no se verán en este mes de junio, quizás algo en julio, pero que su verdadero golpe al bolsillo y a los números de la economía, serán en el segundo semestre.

Es en este contexto que debemos hablar de dólar y consumo, quizás, insisto, como nunca antes habíamos hablado en esta revista. No porque no existieron otros momentos similares (cabe recordar 2014 –verano- y el final de 2015), sino porque como contrapartida a esa corrida de dólar y precios minoristas al consumidor también corriendo cuesta arriba, le debemos cruzar la realidad que está enfrente: consumidores con menor poder adquisitivo porque sus incrementos en ingresos son más bajos que en aquel entonces.

LA COYUNTURA ECONOMICA.

Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en mayo las ventas minoristas de los comercios pymes finalizaron con una baja interanual del 4,8%, medidas a precios constantes, y de esta manera acumulan un retroceso del 2,5% en los primeros cinco meses del año; aunque comparado mayo con abril las ventas pymes subieron un 4%, que se explica por la estacionalidad del mes. En mayo, solo el 25,8% de los comercios consultados tuvieron alzas anuales en sus ventas (en abril, el porcentaje había trepado 32,8%); en cambio, el 62,5% tuvo variaciones negativas y el 11,6% se mantuvo sin cambios. Para la CAME, mayo fue un mes de baja rentabilidad y altas tasas de interés, y los negocios debieron asumir subas de tarifas, de alquileres, mercaderías con aumento y subas de costos en general (Fuente: Diario La Nación -04.06.2018-).

Por otro lado, están los datos oficiales, que tanto el INDEC como la Jefatura de Gabinete en base a distintas fuentes de información oficial, difunden y establecen como realidad económica. En este apartado, nos encontramos con datos que nos indica el gobierno como motores del crecimiento de la economía, pero que muchas veces no son aquellos que hacen a la “economía doméstica” o la “vida familiar” cotidiana de los consumidores y usuarios. La Jefatura de Gabinete de Ministros informa en su “Carta de Jefatura” a través de la red social Twitter, que en el primer trimestre de 2018 el empleo privado creció 1,3% anual y alcanzo los 6,28 millones de puestos y que en ese incremento, la construcción y el turismo fueron dos de los sectores con mayor repunte, con aumentos del 9% y 2,3%, respectivamente. A este dato oficial, positivo en términos generales, hay que efectuarle algunas aclaraciones. El empleo en el turismo no es el más “estable” y el de la construcción lo mismo.

También se informa desde la JGM que entre enero y abril se vendieron 352.109 autos nuevos, un 66% más que en 2015 y más que en ningún otro primer cuatrimestre desde que existen registros. Ese dato es positivo, habida cuenta que la industria automotriz a su vez es multiplicadora por excelencia en materia de otras industrias y rubros de servicios. Pero ahora bien… el patentamiento deberíamos saber cuánto de autos importados y cuánto de autos nacionales. Porque todo tiene que ver con todo… no es cierto?

Por otro lado, y más yendo a lo concreto y real de la economía diaria, como lo es la compra del super, de lo elemental, según el INDEC, las ventas en supermercados crecieron entre abril de 2018 y 2017 en un 7% a precios constantes, y en los centros de compra más de un 16% en igual período y fórmula. Este dato es una información muy sensible, porque debemos contrastarla con lo que dicen las cámaras empresarias, con lo que dice Carrefour, por ejemplo, y con lo que dicen los sectores no involucrados en el trabajo de campo del INDEC, que es, repetimos, en los supermercados. Porque en los comercios de proximidad, la información que dan cuenta los almaceneros y pequeños supers, es que las ventas no suben o directamente se caen.

Pero ahora bien… más allá de los datos del INDEC, de la JGM, de los actores comerciales, o de los consumidores, lo cierto es que debemos analizar cómo el incremento del precio del dólar y el ajuste en las cuentas públicas y en el bolsillo de los consumidores va a afectar al consumo.

EL DESAFIO: CONSUMO.

Con esta realidad y coyuntura económica, claro está que el verdadero desafío que tenemos en la argentina de los próximos meses es observar y monitorear el nivel de consumo en aquellos rubros que hacen mover a la economía en lo macro, pero también en lo micro. Y el dólar vuelve a aparecer. Y vuelve a aparecer porque se han dolarizado las tarifas energéticas, tanto en el gas como en la electricidad, y más aún en el combustible. Cualquier rubro de la economía “se mueve” con la energía, sean las tres o alguna/s de ella/s.

Y sigue siendo entonces el consumo el desafío, y las decisiones de consumo que puedo o debo tomar. Qué hago? Pago las tarifas y cargo nafta? No salgo a cenar nunca más? Qué pasa con la renovación de los electrodomésticos? Le festejo el cumple al mayor? Las decisiones cotidianas son las que resuelven el movimiento del mercado interno, y esas decisiones de consumo se verán lamentablemente suspendidas o postergadas. Un claro ejemplo de lo que está ocurriendo en esa materia, por ejemplo, es respecto a la venta de aires acondicionados. La fabricación y venta de estos productos cayó en el término de un año un 8%, mientras que otros electrodomésticos subieron, como por ejemplo las heladeras. Estos son datos oficiales de actividad industrial, que se pueden consultar y son oficiales, y muestran las disparidades entre rubros, y aún en el mismo sector como un producto se sigue fabricando se lo hace en mayores volúmenes y en otros no.

Es el consumo el desafío, no queda otro camino. Pero con el sendero de aumento de tarifas sin freno, los salarios frenados, eso si frenado, y los alimentos que darán un salto importante debido al dólar, la realidad para el consumo y el consumidor, no es para nada esperanzadora.

CONCLUSIONES.

En definitiva, lo que se puede decir y plantear a futuro inmediato, es que la inflación va a pegar mucho… más de lo esperado, y más de lo que el consumidor se está imaginando. 2018 va a terminar siendo un año durísimo en la relación ingresos-precios, y así como el año pasado el INDEC informó una variación de precios del 24,8% y una variación salarial promedio del 26,1%, nada indica ni nadie se anima a decir que una realidad oficial y forma de tal comparación se pueda dar en este ejercicio.

Para terminar, sólo un consejo: no tomar compromisos de créditos a mediano y largo plazo. Ser racional con el uso de las tarjetas de crédito, y ojo con las compras puerta a puerta dolarizadas.

INFO UTIL.

Informes y estadísticas:

Jefatura de Gabinete de Ministros: Twitter @CartaJefatura

INDEC: www.indec.gob.ar

Confederación Argentina de la Mediana Empresa: www.redcame.org.ar